Avistada por primera vez en los bosques nubosos de Colombia en la década de 1970, una misteriosa rana arlequín ha sido finalmente reconocida como una nueva especie.
Investigadores colombianos y alemanes, que forman parte de la Iniciativa de Supervivencia Atelopus (ASI), han descrito oficialmente Atelopus calima, la especie número 100 del género Atelopus, en una publicación en la revista Salamandra. La nueva especie recibe su nombre del antiguo pueblo Calima, que vivía en la región donde se encuentra la especie y cuyo patrimonio cultural a menudo se entrelazaba con representaciones de ranas en su intrincada orfebrería y cerámica.
A pesar de haber sido documentada por primera vez hace décadas, Atelopus calima sigue siendo esquiva, con sólo 10 individuos conocidos para la ciencia y albergados en colecciones científicas. Su ausencia de la naturaleza desde 1994 ha llevado a los expertos a clasificarla como Posiblemente Extinta, y será catalogada como En Peligro Crítico por la Autoridad de la Lista Roja de Anfibios del Grupo de Especialistas en Anfibios de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN.
Hasta la fecha sólo se conocen 10 ejemplares, todos depositados en colecciones científicas, pero hay esperanzas de que algún día se encuentren otros individuos en la naturaleza.
Yotoco, el otrora próspero hábitat de bosque nuboso de Atelopus calima, ha sufrido la deforestación y fragmentación de su hábitat, lo que ha limitado el hábitat restante para especies como las ranas arlequín. Esta pérdida de hábitat se ve agravada por la presencia del letal hongo quítrido, lo que supone una importante amenaza para las poblaciones de anfibios que puedan quedar.
Los autores del estudio subrayan la urgente necesidad de realizar esfuerzos de conservación, no sólo para la nueva especie, sino para todos las ranas arlequín. Estos extraordinarios anfibios, famosos por sus vibrantes colores y su importancia cultural, se enfrentan a una grave amenaza, con más del 80% de sus 100 especies en peligro de extinción.
En este contexto, la ASI da esperanza a la lucha contra la extinción de las ranas arlequín. Integrada por investigadores, conservacionistas, ONGs, zoológicos, gobiernos y comunidades locales de Centroamérica y Sudamérica, la ASI se dedica a salvaguardar especies como Atelopus calima. A través de esfuerzos de colaboración, que incluyen investigación de campo, programas de cría en cautiverio, restauración del hábitat y educación, la ASI se esfuerza por garantizar la supervivencia de estos magníficos anfibios para las generaciones venideras.
Stefan Lötters (izquierda), Amadeus Plewnia (centro) y David Velásquez-Trujillo (derecha) son algunos de los autores que describieron Atelopus calima.
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