La joya escondida de los Yungas brilla de nuevo: el Sapito Arlequín de Tres Colores vuelve a reproducirse en la naturaleza
- Atelopus Survival Initiative
- 22 jul
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Actualizado: 23 jul
Alguna vez fue una imagen común en los exuberantes bosques de los Yungas de Bolivia, pero hoy el Sapito Arlequín de Tres Colores (Atelopus tricolor), con su vibrante mezcla de amarillo, negro y rojo, se ha convertido en un símbolo raro y valioso de resiliencia.

Hace apenas dos décadas, los científicos reportaban poblaciones prósperas de esta especie a lo largo de su área de distribución histórica, que se extendía desde las laderas orientales de los Andes peruanos hasta los Yungas del sur de Cochabamba, Bolivia. Habitante de arroyos prístinos entre los 600 y 2.500 metros sobre el nivel del mar, el Sapito Arlequín de Tres Colores era considerado una especie segura, sin motivo de preocupación para la comunidad científica.
Pero a principios de los años 2000, todo cambió. Las poblaciones de anfibios en la región colapsaron, y el Sapito Arlequín de Tres Colores no fue la excepción. Los arroyos y bosques que antes brillaban con la presencia de estos coloridos sapos quedaron en silencio. La pérdida de hábitat, la contaminación, el cambio climático y el devastador hongo quítrido acabaron con poblaciones en toda su área de distribución, haciendo temer a los expertos que la especie hubiera desaparecido para siempre.
Un redescubrimiento que lo cambió todo
Durante más de 17 años, el Sapito Arlequín de Tres Colores pareció perdido para Bolivia. Luego, al amanecer de 2021, la naturaleza reveló su joya más preciada: dos fotógrafos de vida silvestre que exploraban un pequeño arroyo en los Yungas de Caranavi, La Paz, avistaron cuatro sapos adultos descansando en la orilla. Uno de ellos reconoció la especie de inmediato.
Parecía un milagro de Año Nuevo: unos pocos individuos habían logrado sobrevivir, adaptándose silenciosamente a los desafíos de un entorno cambiante y pasando desapercibidos en la sombra de las comunidades humanas cercanas. Este hallazgo extraordinario puso en marcha una travesía de conservación que, desde entonces, ha unido a científicos, comunidades locales y organizaciones internacionales para proteger la única especie de Atelopus que sobrevive en Bolivia.
Del silencio a la acción: un esfuerzo de conservación comunitaria
El redescubrimiento del Sapito Arlequín de Tres Colores despertó emoción pero también profunda reflexión entre los conservacionistas. Difundir demasiado la noticia podía poner en peligro a la frágil población, por lo que el enfoque se centró en una acción científica, discreta y bien planificada. Liderado por Bolivian Amphibian Initiative (BAI), un miembro de la Iniciativa de Supervivencia Atelopus (ASI), con el apoyo de la ASI, Re:wild, Milkywire, Synchronicity Earth y Amphibian Survival Alliance, se lanzó un programa de conservación a largo plazo.
La primera fase mapeó la distribución actual de la especie e inició un diálogo cercano con las comunidades locales para fomentar la confianza y la responsabilidad compartida. La segunda fase identificó las principales amenazas y recopiló datos esenciales sobre la historia natural, la salud y el comportamiento de la especie.
Actualmente en marcha, la tercera fase, titulada “¡Todos en acción: Atelopus tricolor nos mueve!”, se centra en mitigar las amenazas directas mediante educación ambiental, alternativas de sustento sostenibles, evaluaciones de ecoturismo e iniciativas como la reducción del uso de agroquímicos y el fortalecimiento de la seguridad alimentaria.

Esperanza en forma de nueva vida
El mayor avance llegó en mayo de 2025. Durante una expedición rutinaria de monitoreo, los investigadores hicieron un descubrimiento emocionante: un sapito juvenil, una clara señal de reproducción exitosa en estado silvestre. Este hallazgo, junto con registros anteriores de un metamorfoseado y dos juveniles, confirma que la población sobreviviente se está reproduciendo de forma natural, brindando un rayo de esperanza para el futuro de la especie. “Este momento lo significa todo para nuestro equipo y para las comunidades locales”, dice Patricia Miranda, del equipo de BAI. “Es la prueba de que nuestros esfuerzos combinados están dando al Sapito Arlequin de Tres Colores una verdadera oportunidad de sobrevivir.”

Un compromiso compartido para proteger la joya de Bolivia
La conservación en curso del Sapito Arlequín de Tres Colores no se trata solo de salvar una especie, sino de proteger una parte del patrimonio natural y cultural de Bolivia. Comunidades locales, investigadores y organizaciones aliadas están trabajando mano a mano para garantizar que esta joya de los bosques yungueños no se pierda para las generaciones futuras.
La naturaleza ha mostrado su resiliencia. Ahora, nos toca a nosotros protegerla.
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